Los Realejos

Ref: KPTC1643. Situada en el centro del valle de La Orotava, por encima de Los Realejos, esta finca tradicional promete unas fantásticas vistas panorámicas de 360º a lo lejos, al Teide y al mar. Es un lugar maravilloso para disfrutar de la paz y la tranquilidad. En el terreno agrícola, compuesto por 4 fincas, hay un edificio en el nivel superior con 2 unidades residenciales que pueden utilizarse juntas o por separado. Ambas unidades residenciales de un total de unos 223 m2 tienen su propio salón, una cocina, 2 - 3 dormitorios y un baño cada una. Desde los salones se accede a una terraza de unos 78 m2 con una maravillosa vista del paisaje natural. Hay una bodega en el sótano. Viñas, aguacates, árboles frutales (manzanos, ciruelos, plátanos, naranjos, higueras, mandarinos), zonas verdes con flores y árboles como dragos, palmeras y pinos canarios adornan la parcela de aproximadamente 11671 m2. Desde 2007, esta propiedad cuenta con una de las codiciadas licencias de alquiler vacacional (Casa Rural) para ambas unidades residenciales. Posiblemente se podrían construir 2 edificios agrícolas adicionales en la finca. La finca se vende parcialmente amueblada. El municipio de Los Realejos está situado en el norte de Tenerife. Su nombre proviene del establecimiento de los campamentos militares de los conquistadores y los guanches durante la última fase de la conquista de Tenerife. El paisaje natural de Los Realejos es uno de los más privilegiados de toda la isla, con casi la mitad de su superficie protegida por leyes medioambientales a nivel regional, nacional, europeo y mundial. Es una de las áreas mejor conservadas de la isla y cuenta con zonas ideales no sólo para la recreación en la naturaleza sino también para quienes gustan de un poco más de aventura. Los Realejos también es muy interesante para los parapentistas, que pueden disfrutar del paisaje a vista de pájaro. Los Realejos se diferencia de otros lugares de España por las muchas, casi cien, fiestas que se celebran aquí a lo largo del año. Muchos de ellos nacen de un capricho de los habitantes de Los Realejos y otros son inmunes al paso del tiempo y llevan más de cuatrocientos años. Además, las numerosas playas de la costa y los numerosos miradores ofrecen magníficas vistas panorámicas de los cañones y las laderas de las montañas, así como del resto del norte de la isla.